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Durante la Guerra Civil, Finca Mas Solers fue confiscada y convertida en un hospital de carabineros y civiles. Una vez finalizado el conflicto armado, la finca volvió a manos del marqués y, con su muerte, a las de su hijo y nieto hasta que en 1977 fue adquirida para acoger el Gran Casino de Barcelona.
Es en este momento cuando entra en su época dorada, con el glamour como protagonista. En 1999, cuando el casino se traslada a la capital catalana, Finca Mas Solers se mantiene abierta como un espacio único y exclusivo para albergar celebraciones de todo tipo.
Durante la Guerra Civil, Finca Mas Solers fue confiscada y convertida en un hospital de carabineros y civiles. Una vez finalizado el conflicto armado, la finca volvió a manos del marqués y, con su muerte, a las de su hijo y nieto hasta que en 1977 fue adquirida para acoger el Gran Casino de Barcelona.
Es en este momento cuando entra en su época dorada, con el glamour como protagonista. En 1999, cuando el casino se traslada a la capital catalana, Finca Mas Solers se mantiene abierta como un espacio único y exclusivo para albergar celebraciones de todo tipo.